Las fajas son una inversión importante en tu ropa y bienestar, y cuidarlas adecuadamente es importante para garantizar que se mantenga su forma y funcionalidad durante mucho tiempo.
Te compartimos algunos tips que te ayudarán a prolongar la vida de tu faja
Cómo lavar tus fajas
Lavar tus fajas de manera adecuada es el primer paso para conservarlas:
- Lava a mano siempre y cuando se necesite: Para evitar daños en los materiales, lo mejor es lavar las fajas a mano. Usa agua fría y usa solo jabón neutro. Esto ayuda a mantener la integridad del tejido y evita que la faja pierda su forma original.
- Evita el uso de blanqueadores: Los productos blanqueadores pueden dañar las fibras de las fajas y alterar su color.
- No meter a la lavadora o secadora: ya que estas dañan la prenda y harán que se dañen los materiales y su elasticidad, y provocara que ya no cumpla con su función.
Cómo secar tus fajas
El secado adecuado es tan importante como el lavado:
- Secado al aire: Después de lavar tus fajas, déjalas secar al aire en un lugar bien ventilado. Coloca las fajas sobre una superficie plana o cuelga en un gancho para que mantengan su forma. Es importante que las fajas queden expuestas al aire por el lado de adentro, o sea al revez por el lado de las costuras.
- Evita la luz solar directa: El sol puede descomponer las fibras y causar decoloración. Asegúrate de secar las fajas en un lugar sombreado y fresco.
Cómo almacenar fajas
- Guarda en un lugar seco: Almacenar tus fajas en un área seca para evitar que la humedad afecte el material. La humedad puede promover el crecimiento de bacterias y hongos, que pueden dañar la faja.
- No las dobles en exceso: Si necesitas doblar tus fajas para almacenarlas, hazlo con cuidado para evitar marcas y deformaciones. Mejor aún, cuélgalas en un gancho para mantener su forma.
Consejos adicionales
- Revisa las instrucciones del fabricante: Siempre consulta las etiquetas y recomendaciones del fabricante para obtener instrucciones específicas sobre el cuidado de tus fajas.
- Revisa tu faja periódicamente: Revisa tus fajas regularmente para detectar cualquier signo de desgaste o daño. Si notas algún problema, toma medidas inmediatas para evitar que empeore.
- Tip secreto: Si sientes que tu faja ya no te ajusta como antes, te recomendamos experimentar este tip.
Con tu faja limpia y super seca, colócala en una bolsa de plástico doblada y la llevamos al refrigerador a dejarla toda una noche.
Al sacarla a la mañana siguiente te la probaras y la sentirás más ajustada y fresca para esos días donde el calor esta fuerte. No es recomendable hacerlo muy seguido. Se recomienda hacerlo 1 o 2 veces como máximo al mes.